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Recuperación de los Perros Después del Mushing

Es muy valioso conocer cuánto tarda nuestro equipo en volver al estado de reposo y conseguir una recuperación de los perros en dos sentidos: el estado general y la capacidad física.

Para conocer el estado general valoraremos la postura, el jadeo/respiraciones por minuto, el pulso y la temperatura. El tiempo que tarden en recuperar estas constantes de reposo nos dará información muy valiosa, nos dirá si estamos realizando buenos entrenamientos y si la capacidad física es la adecuada. Si tardan más que las últimas veces en recuperar el reposo hemos exigido demasiado esfuerzo y/o la preparación física no era la adecuada. Comparando recuperaciones entre los miembros del equipo, podremos resolver dudas: ¿Por qué tiraba menos? ¿Le sobra peso? ¿Va contento en esa posición? ¿Me he pasado al hidratar?

recuperación de los perros en mushing
recuperación de los perros en mushing

RECUPERACIÓN DE LOS PERROS TRAS EL ENTRENAMIENTO DE MUSHING

El lugar de la recuperación y su relación con la temperatura corporal, son básicos. No ir al coche directamente, no dejar que se tumben en zonas de calor (zonas que hayan podido guardar calor durante el día, aunque ahora nos parezcan más frescas)…son medidas para evitar la hipertermia (temperatura alta) tras el entrenamiento. También evitaremos la situación opuesta: la hipotermia (temperatura baja), cuidado con los remolques abiertos, o los coches sin aislamiento, o perros poco protegidos en la nieve.

Habitualmente y haciéndolo rutinario si controlamos los signos ya explicados: ánimo, hidratación, respiración, pulso… ya tendremos mucha información. Ante una situación preocupante: La temperatura fisiológica en reposo es de 38 – 39 ºC  nos alarmaran temperaturas por debajo de 37.5º o por encima de 42º.

En cuanto a la recuperación física: de músculos, tendones, ligamentos y articulaciones, la clave está en realizar ejercicios para ayudar al aparato locomotor en su conjunto a llegar a la situación de reposo óptima. Existen dos modos, el primer ejercicio es una RECUPERACIÓN ACTIVA. Es bueno que no detengamos el ejercicio de golpe y bajemos gradualmente. Suele ser fácil de conseguir ya que siempre terminaremos el entrenamiento llegando “a casa … la furgo… el coche desde la meta…” para que el ejercicio no pare de golpe deberíamos intentar que no haya un reposo literal. Un perro tumbado: respirará con más dificultad, no eliminará calor de una forma óptima e impedirá un buen riego sanguíneo en algunas zonas.

recuperación de los perros 1

Una RECUPERACIÓN ACTIVA puede ser volver a casa trotando, soltar el tiro y dejar que corran sueltos ya en casa, o que nos sigan cuenco en mano para remojar un poco el morro (no beber) Parte de una recuperación activa es conseguir que ellos se sacudan, rascamos su lomo al quitarle el arnés para estimularlo, rascamos las patas traseras a nivel del muslo para que se estiren controlando ellos mismos el esfuerzo en el estiramiento.

Una RECUPERACIÓN PASIVA nos obliga a ayudar con nuestras manos a esa recuperación sobre todo muscular. Es importante hacerlo pronto, cuanto antes mejor, se sabe que hacerlo dos horas después del ejercicio ya no ayuda. Frotar los músculos, golpearlos suavemente, masajearlos en dirección al corazón…  son distintas técnicas que se pueden emplear.

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Las que nos resultan fáciles de poner en práctica en todos los entrenamientos son: la primera la de frotar los músculos, muchas veces con una toalla con la que además quitamos barro, agua y babas. O en un masaje de “muy bien, buen chico” Y la segunda: estirar. Para estirar comenzamos a flexionar carpos, las flexiones deben ser completas, pero suaves y mantenidas, sin forzar, al menos unos segundos.

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Aprovechamos para revisar plantares, uñas y espacios interdigitales. Además flexionamos dedos, después flexionamos y estiramos carpos, los estiramientos deben ser igualmente completos, pero suaves y mantenidos, sin forzar. Se flexionan codos y se estiran, se revisan axilas en busca de roce del arnés y se flexiona y estira el hombro. Se puede realizar una mano y otra mano. O Un lado del cuerpo seguido del otro.

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Debemos tener en cuenta el orden, nunca dejando zonas que nos preocupen para el final pues puede que lo hagamos con menos concentración por el cansancio. En las patas traseras estiramos y flexionamos tarsos con la rodilla flexionada revisando los pies del mismo modo que las manos, la rodilla se estira y se flexiona también y por último la cadera: que incluye una abducción lenta y completa, suave, pero mantenida, sin forzar.

La cola debe estirarse en un ángulo fisiológico en función de la anatomía de nuestro compañero, como en su postura de reposo habitual, aprovechando para revisar que esté limpia o que no hayamos pasado por alto algún pis o diarrea en marcha, entrenando. El lomo se intenta flexionar (arquear) y estirar (se estiran con cuidado los músculos que encogen el abdomen y acortan la cadera y que van desde las costillas al interior de la cadera).

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Por último, nosotros, en este orden que nos parece el más cómodo, estiramos y flexionamos el cuello (arriba abajo derecha izquierda) y ya quitamos el arnés cepillando el lomo con nuestras manos, esperando una valiosa y reconfortante sacudida.

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Algunas lesiones no aparecerán durante la marcha, ni en la vuelta al reposo, debemos estar siempre atentos a estos signos o nuestras impresiones. El trabajo no acaba tampoco con esa revisión. Cuidar de nuestro equipo nunca acaba.

Gracias a nuestra compañera veterinaria Isis Machín.

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