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Primeros Entrenamientos de Mushing

Comienzan  a bajar las temperaturas de manera generalizada. Ya hemos hecho los primeros entrenamientos de mushing, tenemos casi más ganas que nuestros compañeros peludos y esas ganas por salir a correr pueden hacer que cometamos errores importantes.

entrenamientos de mushing

Aunque como hemos hablado muchas veces, el mushing es un deporte donde hay muchos elementos que debemos tener en cuenta, hay dos que me gustaría que prestarais especial atención.

SALUD DE LOS PERROS

Debemos conocer el estado de salud con el que comienza nuestros compañeros. Para esto es recomendable acudir a nuestro veterinario, poner las vacunas al día y hacer un chequeo general. Una vacuna que no se suele tener en cuenta es la de la “tos de las perreras”, si llevas idea de juntarte con más compañeros a entrenar o ir a carreras os recomendamos que se la pongáis a vuestros compañeros peludos.

Aprovechando la visita al veterinario lo pesaremos y anotaremos las pulsaciones en reposo.

entrenamientos de mushing

¿Cómo medir el pulso? colocando la mano en la zona izquierda de las costillas, a la altura del codo, para notar y contar latidos (entre 60 y 100 pulsaciones en reposo). Es importante hacerlo en casi todos los entrenamientos para conocer el pulso de nuestro perro. Y debemos preocuparnos por un pulso muy rápido pero débil.

Llevar un control del ritmo cardiaco en reposo y nada más terminar el entrenamiento nos ayudará a conocer también y está habiendo una mejoría a nivel físico.

entrenamientos de mushing

Otro de los puntos que deberemos acostúmbranos a controlar son las mucosas. Controlar el color de la lengua y las encías que deben de ser de color rosa.  Además deberemos comprobar el relleno capilar.

¿Cómo se hace? Buscamos un lugar cómodo en las encías o en los labios por la parte interna, apretamos con un dedo ligeramente y al soltar, contamos cuánto tarda en recuperar el color rosita desde el blanco que hemos provocado.  Lo normal son aproximadamente 2 segundos.

Aprovechando que estamos revisando las mucosas será momento de controlar otro factor importante, la hidratación.

¿Cómo saber si nuestro perro está deshidratado? tocaremos las encías y los labios para comprobar si están secos, miraremos si la trufa está en exceso seca o los ojos hundidos. Otra manera muy sencilla de saber si nuestro perro está deshidratado, es si la piel del lomo a mitad del cuerpo al tomar un pellizco en alto y soltarlo tarda en volver a su posición de normalidad.

entrenamientos de mushing

Con estos 3 puntos y alguno más que ya hablaremos en otra ocasión, podremos hacernos una idea de cómo ha ido el entrenamiento. Y si somos metódicos a la hora de anotar estos datos podremos saber si estamos mejorando con los entrenamientos, si nos estamos quedando cortos o por el contrario forzando a nuestro perro.

Un último punto importante a la hora de hablar de la salud al principio de la temporada es controlar los kilómetros que realizamos y a las velocidades que los hacemos.

Especial atención a la velocidad en los primeros entrenamientos, la velocidad es mucho más lesiva por norma general que el exceso de kilómetros, que también deberemos evitar. Pero es más probable que nuestro compañero quiera salir a toda velocidad los primeros días. Debemos ser nosotros su cerebro y su freno. Es mejor realizar entrenamientos de mejor calidad que no de cantidad, ya sea en kilómetros o velocidad.

Así que al principio es más importante entrar en la rutina y comenzar a controlar todos los valores que hemos hablado, que no preocuparnos por hacer X kilómetros a X velocidad.

MOTIVACIÓN DE NUESTRO PERRO

El siguiente aspecto a tener muy en cuenta y que es una de los obstáculos principales en el mushing , es la motivación de nuestro compañero peludo.

Es cierto que algunos ya sea por genética o por carácter están siempre dispuestos a hacer los kilómetros que le pidamos, pero hay perros que les cuesta continuar con la concentración durante mucho rato.

entrenamientos de mushing

¿Cómo debemos trabajar la motivación? Cada perro es un mundo y deberemos conocer al nuestro para hacerle disfrutar al máximo de la experiencia del mushing. Si conseguimos motivar a nuestro compañero en los primeros entrenamientos luego nos será mucho más fácil, ya que tirar es autoreforzante. ¿Cuántos perros vemos por la calle tirando de la correa? Esto es debido a que ellos quieren avanzar y a avanzan cada vez que tiran. Éste mismo concepto lo debemos aplicar al mushing.

Siempre es mejor haber realizado un trabajo previo, al primer “entrenamiento,  positivizando el arnés de tiro y la sensación de tiro, ya que son conceptos que podemos entrenar en casa y que nos ayudarán a su motivación. Podéis verlo aquí

Hay que tener en cuenta que la motivación es uno de los factores más difíciles del mushing, sobre todo cuando hablamos de perros caseros, adultos y que llevamos años explicándoles que no queremos que tiren de la correa. Pero no es imposible, no desesperes, el truco es planificarnos bien el trabajo.

Para planificar los primeros entrenamientos, nos centraremos en estas pautas.

Hacerlo corto: como en todo deporte y adiestramiento canino es mejor hacer sesiones cortas para que el perro no se aburra. Los primeros entrenamientos podemos hacerlos de tan sólo 200-300 metros.  ¿Cómo decidimos las distancias? Siempre intentaremos dejar los entrenamientos en el momento de mayor motivación del perro. Así intentaremos que siempre se quede con ganas de un poco más para el próximo entreno.

Hacerlo positivo: los felicitaremos de manera efusiva, pero muy efusiva, al terminar. Además podremos utilizar algún snack para felicitarle. No en grandes cantidades. Nosotros utilizamos Sanovid por su composición y porque les encanta.

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Hacelo silencioso: es mejor felicitar 2 o 3 veces en el transcurso del entrenamiento que no estar todo el rato animando a nuestro compañero. Imaginaos que vais corriendo una maratón, concentrados en vuestra respiración, en vuestro pasos y tenéis durante kilómetros a una persona gritándoos , ¡Vamos! ¡Venga!  ¡Corre más! ¡Vamos, vamos, vamos!. Al final terminaréis agotados de oírlo, pues con nuestros perros igual. Es mejor felicitar cuando lo esté haciendo bien que no animarlo.

Hacerlo diferente: seguramente el punto más importante y que menos atención prestamos, ya que es el que más esfuerzo nos cuesta a nosotros. Con hacerlo diferente nos referimos a, cambiar de lugar de entrenamiento, cambiar rutas, cambiar compañeros de entrenamiento, incluso incluir entrenamientos en solitario.  Cambiar los entrenamientos hace que para nuestro compañero sea más divertido, seguramente es más cómo salir de casa y dar la vuelta de siempre al parque, pero probablemente vais a tener un problema de motivación ya que no van a encontrar sentido a correr siempre en la misma dirección para llegar a “nada”.

Teniendo en cuenta estos factores deberemos programar la temporada de entrenamientos de manera progresiva y en distintos lugares.

Por ejemplo, un perro ya adulto que jamás ha hecho mushing realizaría el siguiente orden de entrenamiento.

  • Positivizar arnés en casa. (2-3 días)
  • Positivizar sensación de tiro en casa (3-4 días)
  • Positivizar arnés en la calle. (2-3 días)
  • Positivizar sensación de tiro en la calle (1 semana)
  • Primera semana 1 entreno completo (500-1000 metros)
  • Segunda semana 2 entrenos  de (500-1000 metros)
  • Tercera  semana 2 entrenos de (1500 metros)

Este esquema habrá que ajustarlo en función de la motivación del perro. Durante estas semanas lo que debemos conseguir no es hacer muchos kilómetros, ni muy rápidos, si no que lo poco que haga, lo haga tirando bien y con ganas y sobretodo que termine feliz y fresco para que quiera más.

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