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Entrenamiento en Mushing II

Como nosotros, cada uno de nuestros compañeros es único y afrontarán las nuevas situaciones y el aprendizaje de manera distinta, aunque se pueden plantear unas generalidades a la hora de enseñarles. Por eso hoy os vamos a dar las claves para que podáis plantear y personalizar vuestro propio entrenamiento en mushing.

¿CÓMO PLANTEAR UN ENTRENAMIENTO EN MUSHING?

Lo primero que debemos hacer para plantearnos cómo realizar el entrenamiento en mushing con nuestro perro, es conocerlo y para ello vamos a diferenciar en dos tipos de características.

Características físicas de los perros

Son importantes para conocer los límites de los cuerpos de nuestros perros y poder tener en cuenta las distancias y velocidades.

Hay que tener en cuenta que estas características mejoran con el entrenamiento en mushing y con los kilómetros que vayamos recorriendo.

Aún así tendremos que tener en cuenta que nuestros perros estarán limitados en su mejoría por su “raza” o “genética”  es decir no podemos esperar los mismos resultados de un braco, un galgo o un boxer, por ejemplo. Cada uno tiene unas características físicas muy definidas, ni mejores, ni peores, sino diferentes.

Pero tenemos que tener en cuenta estas características a la hora de entrenar y así no exigirles más de lo que son capaces de hacer, aunque sin lugar a dudas muchos nos sorprenderán con sus capacidades físicas y adaptación.

Pese a todo, con una buena planificación, podremos mejorar las características físicas y poder hacer mushing con casi cualquiera de nuestros compañeros, sean de la “raza” que sean.

entrenamiento en mushing
entrenamiento en mushing

Pepe, es un mestizo de bóxer, con los perros braquicefálicos hay que prestar especial atención a su respiración y a sus jadeos.

Jalón y Sewer son 2 galgos que pese a que por su fisiología son perros “explosivos”, mediante un entrenamiento adecuado y progresivo, están realizando 15-20 km sin ningún problema.

Carácter del perro

Aquí ya entran múltiples factores y podríamos hacer infinidad de matices, pero principalmente debemos fijarnos en si nuestro compañero es seguro o inseguro, esto nos va a condicionar mucho la estructura de trabajo que debemos realizar con nuestro amigo peludo.

Por ejemplo, para un perro inseguro tendremos que estructurar mucho más el trabajo con él y realizar un trabajo previo en casa para poder obtener unos buenos resultados y sobre todo para que disfruten de éste deporte.

Así que deberemos definir cómo es nuestro perro. ¿Nuestro perro es activo? ¿Le gustan los retos? ¿Cómo se comporta ante altos niveles de estrés? ¿Mantiene la concentración? ¿Cómo afronta las nuevas experiencias? ¿Cómo actúa cuando conoce un nuevo perro?  Todas estas preguntas nos harán irnos percatando de cómo es nuestro perro.

 Y todo esto es fundamental para que podamos comenzar a realizar una buena práctica, no sólo del mushing, sino de cualquier actividad que queramos realizar con él.

COMUNICACIÓN Y CONFIANZA CON LOS PERROS

Tener una buena comunicación con nuestro perro es fundamental a la hora de entrenar. Que sepamos expresar y enseñar a nuestro compañero lo que esperamos de él en cada momento es la buena base de un aprendizaje.

La confianza es la base de un buen aprendizaje, es fundamental que construyamos una relación de confianza en nuestro día a día.

A nosotros nos han enseñado mucho Rudog Adiestramiento que nos han enseñado a cómo construir y generar confianza con nuestros compañeros peludos.

entrenamiento en mushing

MOTIVACIÓN CON PERROS

Para poder entrenar adecuadamente con nuestro perro debemos entender que la motivación es fundamental, por lo que es importante mantener elevada la motivación para que el entrenamiento en mushing sea lo más provechoso posible.

Hay muchos tipos de motivadores y como hablábamos antes, cada uno tendremos que conocer a nuestro perro para utilizar los adecuados en cada momento.

Los principales motivadores de un perro son los siguientes.

  • Social: también lo podríamos llamar afectivo. Es la motivación de estar con alguien, ya sea  su dueño, o un compañero peludo, un conocido…
  • Comida: uno de los más utilizado a la hora de la educación del perro, podemos valernos de esta valiosa herramienta para trabajar con nuestro perro ejercicios en casa.
  • Juguetes: otro de los motivadores más utilizados a la hora de enseñar a un perro. Al igual que el anterior podremos utilizarlo para enseñarle la rutina de nuestro entrenamiento en mushing.
  • Correr: un gran motivador y que por eso el mushing tiene cierta “facilidad” para practicarlo. A los perros les encanta correr y en que entiendan que el mushing es correr, la cosa se facilita mucho.

Otro motivador más sutil es el de aprendizaje, a casi todos los perros les motiva el hecho de superarse y aprender y quizás es uno de los motivadores más difíciles de poner en práctica. Éste motivador además es muy interesante para perros inseguros, ya que conforme superen retos de manera positiva irá aumentando la seguridad en sí mismo.

SOBRE EXCITACIÓN EN PERROS

Hay que diferenciar la motivación con la excitación, un perro motivado no tiene porqué estar fuera de control, aunque sí que es cierto que una alta motivación va siempre de la mano de un alto nivel emocional. Y es que lo primero que hay que saber es  que, cuanto más excitado esta un perro, menos aprende. Por lo que es importante que el perro no se sobre excite.

Dando por hecho que en el mushing, no es un deporte que se use el lado cognitivo nuestro can, deberíamos  mantener un estado emocional óptimo de motivacion y concentración. Para ello debería saber en cada momento lo que debe hacer y qué se espera de él desde el momento que saco el arnés, llego a la zona de de entreno, el entrenamiento en mushing y hasta que vuelve al coche. Así conseguiremos el 100% de nuestro perro.

Cada uno debe crear su rutina de trabajo, para que el perro este atento al guía y lo que se le está pidiendo, y no a todo lo que les rodea. Hay que contar que las salidas de mushing son con un alto nivel de estrés. Y  es apropiado tanto para la motivación, como para la salud mental del perro mantenerse en un nivel correcto emocional.

¿Pero por qué es tan importante crearle una rutina de trabajo? Pongamos un ejemplo de un perro inseguro. Vamos a realizar un entrenamiento en grupo y es la primera vez que le ponemos un arnés, súmale que está en un lugar desconocido, con perros ladrando y el guía dándole órdenes que no entiende,  ese perro es imposible que esté motivado para hacer ninguna actividad.

Por ello reiteramos que es muy importante tener una estructura de trabajo que haremos en casa, parques y lugares en los que el perro esté seguro y fuera de distracciones.

Empezaremos creando la estructura de trabajo y la concentración del perro mediante la motivación del juego o comida para más tarde que sea la propia actividad y los nuevos retos en esa actividad, la motivación del perro.  No olvidéis que siempre tenemos que mantener un alta motivación en el perro pero sin que se sobre excite y pierda el control.

EJEMPLO DE RUTINA DE ENTRENAMIENTO EN MUSHING

Primera etapa: Básico

  • Manipulación: Nuestro perro debe dejarse manipular, ya que lo vamos a necesitar en nuestro día a día, pero para el mushing debe aprender a que le cojamos las patas, le pasemos el arnés, le manipulemos para los estiramientos, etc… Para ello nos podemos valer de la comida para premiarle mientras le tocamos las patas por ejemplo, le sujetamos el morro. Todo esto debe realizarse progresivamente y de manera positiva para el perro.
  • Quieto: Una de las ordenes fundamentales. Esto nos va a permitir desde ponerle el arnés de manera más fácil, hasta que se mantenga a la espera en la salida. Al igual que el anterior, ayudándonos de un motivador externo como la comida o un juguete lo iremos premiando la orden de quieto.
  • Arnés: Quizás uno de los aspectos que en el mushing se dejan más de lado. Positivizar la puesta es fundamental. Aunque seguramente con el tiempo el perro relacionará arnés con mushing y esto con diversión, es mejor positivizar el arnés desde el primer día. Hay muchos perros que se encojen a la hora de poner el arnés, que rehúyen su puesta y como hemos hablado antes, un perro así no va a dar el 100%. Una vez más utilizaremos juguetes o comida para que poco a poco vaya poniéndose el arnés.

Habituación al arnés: algunos perros, una vez puesto el arnés se pueden quedar bloqueados o sentir incómodos por llevar algo en su cuerpo.  Así que para eso podemos usar técnicas para mantenerle la cabeza ocupada, juegos de correr, paseos, comida más suculenta…

Segunda etapa: Tiro

Una vez nuestro perro está habituado a la manipulación y el arnés debemos comenzar a que aprenda a tirar.

Nos valdremos de una orden para ello y una vez más utilizar motivadores externos al mushing, comida, juegos, el social o afectivo también funciona en este caso. Por ejemplo el que alguien lo llame mientras el perro tira hacia esa persona. O el correr junto con otros perros. Ojo a éste motivador puesto que es un arma de doble filo. No queremos que el perro aprenda a tirar sólo si está ese motivador, por lo que lo usaremos con precaución.

Comenzaremos enseñando al perro a tirar sólo con el arnés y una línea o correa por ejemplo. Una vez tire y entienda que tirar es motivo de premio y tenga bien asentado el concepto, pasaremos a realizar el mismo ejercicio, pero esta vez con un patín, bici o con nosotros corriendo detrás.

Tercera etapa. Ordenes.

Lo más fácil para comenzar a enseñarles es utilizar comida, explicando el giro poco a poco y de nuevo haciendo uso del motivador externo.

Hay distintas formas de realizar este ejercicio y dependerá del perro, utilizaremos unas u otras.

Finalmente, una vez trabajado todo esto de manera individual, tendremos que pasar a poner en situación al perro y realizar un “entrenamiento” siguiendo la estructura de trabajo que hemos creado.

Todo esto es importante intercalarlo con entrenamientos completos, para que el perro generalice pronto los ejercicios y no crea que siempre habrá comida o juguetes.

Especial atención a los perros inseguros, ya que tendremos que panificar bien, más que con otro tipo de perros, los entrenamientos en grupo y calcular la intensidad de los estímulos externos para que el perro no se venga abajo y mantenga un nivel de concentración adecuado.

En los primeros entrenamientos es normal que el perro no trabaje al 100% y que se vea alterado por los nuevos estímulos, pero como todo es una cuestión de hacer las cosas de la manera apropiada para que poco a poco se vayan acostumbrando a la situación y consigamos realizar entrenamientos satisfactorios.

En definitiva, es importante que conocer a nuestro perro y cómo actuará en las distintas situaciones que se dan a lo largo del entrenamiento en mushing para poder confeccionar un plan de trabajo adecuado para él.

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